viernes, 17 de diciembre de 2010

Problema con las palomas

Las palomas son uno de los animales que han sabido adaptarse perfectamente a la vida en las ciudades, habitando en ellas entre nosotros y constituyendo en alguna de ellas un propio sello de identidad de la ciudad.

Estos inofensivos animales que no parecen causar ningún mal a nadie, sino alegrar la vida en las ciudades incorporando algo de naturaleza en nuestra vida cotidiana, llegan a ser un verdadero problema en caso de sobrepoblación causando daños en los edificios, monumentos, fachadas, etc.

Una paloma viene a consumir aproximadamente entre 80 y 90 gramos de comia diaria, que habitualmente consiguen de gente que les hecha algo de alimento y entre las basuras y desperdicios que encuentran.

Además del deterioro que pueden causar en los edificicios, sus excrementos pueden ser transmisores a animales domésticos e incluso humanos de enfermedades como el cólera, la alveolitis o la pasteurolitis.

Para evitar la presencia de las palomas en determinadas zonas, existen diferentes sistemas tanto químicos como electrónicos o físicos.


En el caso de sistemas químicos se trata de productos con los que se debe de rociar la zona a tratar y que producen un efecto desagradable a las palomas evitando que se posen en la zona. Estos sistemas son efectivos pero tienen el inconveniente de que con frecuencia hay que volver a tratar la zona para que el efecto continúe, ya que el producto químico va perdiendo su efecto con el paso del tiempo, el sol el agua, etc.



Los sistemas físicos son muy conocidos y tambien son efectivos aunque su efecto es muy localizado y únicamente evita que se posen las palomas en la propia zona en la que se encuentran.
Se trata normalmente de unas varillas metálicas que fijadas a una superfie plástica con adhesivo se colocan sobre la zona en la que se quiere evitar a las palomas, impidiendo estas varillas su acercamiento. Uno de los mayores inconvenientes de este sistema es el efecto estético, ya que estas varillas metálicas son perfectamente visibles.


Otro método son los dispositivos de sonido que mediante temporizadores van emitiendo aleatoriamente sonidos muy molestos o temidos por las palomas, como puede ser el del alcón peregrino u otros depredadores. Este sistema tiene la ventaja que puede cubrir una zona muy amplia, incluso hasta 4.000 m2 y no requiere de un costoso mantinimiento, pero tiene el inconveniente de que en zonas con población, estos sonidos causarán molestias a los vecinos.




Por otra parte están los sistemas por ultrasonidos, que emiten unos sonidos muy molestos para las palomas y que no son perceptibles para el oido humano, con lo cual no causan molestias en zonas con población. Estos sistemas por ultrasonidos son válidos cuando el problema esta localizado en una zona reducida, como puede ser una terraza, un balcón o una pequeña zona te tejado, ya que su alcance suele ser de unos 40 m2 y unos 6 metros de longitud.

A todos estos sistemas puede añadirse uno mas, con exclusiva utilización para el medio rural y el tratamiento contra las palomas en campos de cultivo, arboles frutales, etc. y que no sólo evitará la presencia de palomas sino de cualquier otra ave. Se trata de los cañones espantapájaros por sonido y que funcionan con gas butano, sin necesidad de electricidad ni baterías

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